La teoría científica según la cual el agua habría llegado a la Tierra en cometas hace 4.000 millones de años ha sido descartada por los astrónomos después de analizar datos recogidos en el cosmos.
La Agencia Espacial Europea ha obtenido de la sonda espacial Rosetta datos que descartan la suposición de que el agua hubiese sido traída a la Tierra por varios cometas o asteroides del cinturón de Kuiper. Durante varios meses la Rosetta examinó el material espacial del 67P/Churiúmov-Guerasimenko, un cometa perteneciente al cinturón de Kuiper.
Los datos obtenidos en varias pruebas revelaron que las muestras de agua procedentes del 67P/Churiúmov-Guerasimenko contienen mucho deutóxido, lo que hace que esta agua sea más pesada. Estas muestras no equivalen a las muestras de agua de nuestro planeta. "Estas revelaciones posiblemente invalidan por completo la teoría de que el agua proviene de los cometas del cinturón de Kuiper", opina Kathrin Altwegg, profesora de la Universidad de Berna (Suiza), según informa ABC News.
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