El objeto, que data de 1957, fue hallado mientras se realizaban las faenas de excavación para la construcción de un edificio en Estados Unidos.
A quién no le ha pasado el encontrarse con cartas antiguas, fotos o diarios de otras épocas, en que el mundo parecía ser tan distinto y la visión del futuro aún más.
Algo así ocurrió durante los trabajos de construcción en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se preparaban los cimientos para un nuevo edificio.
Entre la tierra y las piedras los trabajadores encontraron una cápsula del tiempo, rotulada para abrirse estrictamente el año 2957.
“Hemos decidido seguir los deseos de los creadores originales y no abrirlo”, dijo Deborah Douglas, directora de las colecciones del museo del instituto, a través de un correo electrónico recogido por el portal de noticias “Inverse”.
La “máquina del tiempo” fue diseñada cuidadosamente para que los documentos y artefactos en el interior se puedan conservar durante los mil años que pasarían bajo la tierra.
Gracias a que el contenido se encuentra rodeado por un cristal transparente, se pudo saber qué es lo que contiene la ojiva de información: donde hay material antiguo de profesores sobre el estado de la ciencia y las investigaciones del Instituto.
También hay una revista científica, penicilina artificial, algunas monedas y criotrón, que, según decía el mensaje a las futuras generaciones, reemplazará los tubos de radio y los transistores.
La cápsula fue enterrada por el entonces presidente del Instituto, James Killian, y por profesor de ingeniería eléctrica Harold Edgerton.
La cápsula permanecerá cerrada, quizá hasta el 2957, en el museo del instituto.
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